Por; Bruce Julis / @BruceJulis
Hace muchos años, el simple hecho de pensar que alguien sin preparación ni experiencia pudiera dirigir un país parecía una locura.
Pero hoy, es prácticamente un requisito.
Y esto no se debe a que falten personas capacitadas, es que, al parecer, saber demasiado se ha vuelto algo ocioso.
Porque, ¿quién necesita expertos cuando tenemos discursos emocionales y eslóganes pegajosos?
La política ya no es un espacio donde se toman decisiones con base en el conocimiento o el análisis.
No, ahora es un espectáculo donde lo importante no es gobernar bien, sino ser popular.
Si un problema es demasiado grande, lo mejor es ignorarlo o, mejor aún, culpar a la administración anterior.
¿La economía se hunde? Bueno, eso es culpa del pasado. ¿El sistema de salud está en crisis? ¡Ah, pero mira qué bonita inauguración de un hospital (sin médicos ni insumos)!
Nos hemos acostumbrado a la mediocridad, a la improvisación, a las promesas que suenan bien pero no tienen sustancia.
Y lo peor es que, cuando alguien señala la falta de preparación de quienes gobiernan, la respuesta no es mejorar, sino acusarlo de "elitista", de "no entender al pueblo" o de ser parte de esos que robaron al país y hoy quieren regresar.
Pero gobernar no es un juego ni un concurso de popularidad. Requiere responsabilidad, conocimientos y, sobre todo, un interés real por mejorar la vida de las personas.
Y ahí está el verdadero problema: ¿nos gobiernan ignorantes o simplemente personas que nos toman por tontos?
Tal vez la verdadera pregunta no es por qué ellos siguen ahí, sino por qué nosotros seguimos permitiéndolo aun cuando muchas veces somos afectados por su incompetencia.
Esto sin lugar a dudas no se responderá rápido y ojala cuando entendamos que como sociedad hemos sido engañados y manipulados no sea demasiado tarde.
Mientras eso llega aquí les dejo mi reputación para que sigan haciendo con ella lo que quieran.
Hasta la próxima.
AxolotlMEDIA Ideas en Peligro de extinción
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