El Centro Histórico de Puebla, una zona de guerra... ¡y de bisne!

Foto: Agencia Enfoque

Por: @inforneutra

Antes que cualquier señalamiento o cualquier sarcasmo regresamos a las actividades “normales” y a mis dos lectores les deseo un bendecido año 2025 con ¡MUCHA SALUD! que es el bien intangible más valioso de la vida.

Además hacemos el aviso parroquial, para muchos, de que ya es el fin del simulacro de ser amoroso y buena gente y que ya pueden ser las mismas basuras de siempre…

Y después de recibir el 2025 trabajando y acomodando cosas con mi “Nanito” entremos en materia

Nuestras ilegitimas pero validadas autoridades como cada fin e inicio de años se hacen rosca con el cúmulo de pretextos, que hacen ver el vil contubernio y permisividad de la invasión del comercio ambulante en el centro histórico de nuestra Puebla de los Ángeles que en teoría su belleza nos distinguió con la nominación a ser “patrimonio cultural de la humanidad”… pero ¿y de qué sirve ésto?

Ante la omisión parece que el "modus operandi" de este Ayuntamiento o al menos de Gobernación Municipal, Vía Pública y en general del “fino” personal que encabezan las diversas áreas es el contubernio entre líderes de ambulantes y los funcionarios municipales: lo malo es que arrastran al presidente municipal, a su partido y al góber humanista.

Tampoco podemos descartar una guerra entre el priísmo-marinismo ahora “morenista puro” y el equipo del panismo morenista enquistado en el Ayuntamiento ya que ese grupo (los marinistas) ya disfrutó de las ganancias que el comercio informal deja, en esta temporada, en efectivo, sin rastro, libres de polvo y paja…

Los poblanos que tratamos de estar bien informados tenemos memoria de cuantas fortunas alrededor del ahora “honesto” góber humanista se tejieron con ese dinero así que no se hagan conejos…

Pero continuemos… los ciudadanos vimos con vergüenza, que se pedía ayuda para hacer lo que tanto presumían… ejercer la autoridad, con arrestos y firmeza pues la ley los faculta, sin embargo se vieron temerosos y faltos de arrestos para actuar.

Vimos como la Guardia Nacional, con su sola presencia, inhibió a los ambulantes que invadían esa conflictiva, y bella sin ellos, calle 5 de mayo… hay que decir que dividió opiniones, pues mientras unos ciudadanos veían con agrado tener “todo a la mano”, los que pagan impuestos, renta, salarios e IMSS no les agradaba mucho verlos ahí… en el umbral del negocio, “toreando” a la autoridad, robándose la luz y dejando la calle peor que un chiquero de chanchos del rancho…

Eso en el mejor de los casos, en el peor, es vivir con miedo, pues es sabido que en el mismo centro histórico “halconean” los negocios, para después extorsionar a los dueños con el tristemente célebre “cobro de piso” que aunque lo nieguen se da a dos calles del mismo Ayuntamiento y de la oficina del “doctor” Armenta.

“IMPARABLE” ese desorden urbano, que exhibe la poca madre de la autoridad, pues todo eso, ella lo solapó (aunque insisto, no descarte usted una estrategia “maligna” de un grupo ajeno al ayuntamiento para descarrilarlo)

La situación que predomina en el Centro Histórico de Puebla exhibe una y mil veces que en el Ayuntamiento les quedó grande a muchos el traje y a otros su traje fue hecho a la medida para llenar sus bolsillos.

Ante esto lo único que se percibe es que los gobiernos de Morena terminan siendo una burla para el pueblo y ejemplos hay muchos a lo largo y ancho del país empezando por el fallido gobierno de Andrés Manuel que no se cansó de prometer y que nada más nunca cumplió.

¿O ya bajó la gasolina a 10 pesos?

En fin… así la bendita espera de nuestros familiares que dicen: “ahorita vengo voy al centro, nos dejan con el Jesús en la boca, ante el posible levantón o robo”...

Así se han convertido esas “idas” al Centro Histórico.

Que en todos los estudios serios de Seguridad ya es catalogada una zona roja, una zona de riesgo… una zona de muerte…

Los ciudadanos seguimos dándonos cuenta de todos son lo mismo… el bisne es lo que los hermana, los une y los consolida como “grupúsculo ambicioso”… no podemos decir vulgar, pues todos de ese “grupo” son de clase privilegiada.

Pero de que son ambiciosos, lo son…

¡Oh sí!