La necesaria muerte del PRI

Por: José Luis Castillo Báez / @JLCastillopue

Para nadie es un secreto, que tanto a nivel nacional, como en el estado, el PRI es un dinosaurio en franca agonía, no supo transitar por los oscuros rincones de la democracia que, aunque en parte ayudó a construir, nunca fue su verdadera intención consolidar, ha caído estrepitosamente en el ánimo del electorado y en el de las bases ni se diga, es más los pocos, muy pocos y leales militantes del tricolor ven con tristeza que, el otrora partidazo agoniza de las heridas auto infringidas por quienes debían  de protegerlo, cuidarlo, alimentarlo, si señores ese abandono tiene nombres y apellidos a través de muchísimos años.

Quienes acabaron con el partido, al menos en Puebla fueron indudablemente NÉSTOR CAMARILLO MEDINA y DELFINA POZOS VERGARA, uno fue el ejecutor material, la otra simplemente se dedicó a observar sin atreverse a levantar la voz por la masacre que estaba ocurriendo y obteniendo sus propios beneficios.

En ese escenario, la repartición de puestos, nóminas y venta de candidaturas se hicieron a discreción del siempre impresentable Néstor Camarillo, no importando si se ganaba o se perdía, lo que importaba era el beneficio que podría sacar de ellos, y para muestras hay colores, el alcalde de Cuyoaco por ejemplo, representante de lo más rancio de los cacicazgos de antaño, y así podríamos continuar con personajes cercanos al ex presidente del partido cosa que no es la intención de quien esto escribe, pero si es un importante preludio de lo que está por venir.

En ese orden de ideas, muchos han levantado la mano para dirigir el partido, los mismos de siempre y prometen lo de siempre, ¿Qué nos hace pensar que esta vez lo harían diferente? NADA; quieren seguir viviendo del partido como si no hubiesen lucrado ya lo suficiente con la esperanza de quienes confiaron en ellos y no recibieron pero ni las gracias por su convicción y lealtad al ex partidazo,

Aquí es donde levanta la mano Héctor Laug, cosa que, a este servidor le parece una propuesta seria, de trabajo, alguien que lleva toda la vida en el PRI y ha probado su lealtad, más aun, lo conoce la base, la estructura, la gente que a pesar de los años y los daños sigue firme en su convicción política, y es a esas personas a las que Héctor Laug pretende agrupar para volver a la vida a un PRI que agoniza lenta pero inexorablemente.

¿Lo logrará?

No lo sé, pero el intento es loable y sobre todo plausible, es de los pocos operadores políticos que no se vendió a MORENA y al menos para mí, eso ya habla de la dignidad y principios de alguien que espera que el país cambie para bien, por eso, en este momento es muy necesaria la muerte del PRI de Camarillo para poder renacer si es que no es demasiado tarde.

¡He dicho!