Volcán ruso entra en erupción tras megasismo de 8.8

El Krasheninnikov, que había permanecido dormido por siglos, registró nuevamente actividad días después del terremoto de magnitud 8,8 en Kamchatka.

Localizado en la península de Kamchatka, el monte Krasheninnikov, entró en erupción este domingo después de haber permanecido inactivo durante siglos. La actividad del volcán se registró a pocos días después del fuerte terremoto de magnitud 8.8 registrado frente a las costas del este de Rusia.

El Servicio Geofísico de Rusia confirmó el fenómeno a través de su canal de Telegram, señalando que “la primera erupción del volcán en la historia de la investigación continúa”. Aclaró también que la erupción no representa peligro inmediato, ya que los alrededores son páramos volcánicos deshabitados.

Según el reporte oficial, la erupción activa de ceniza comenzó a las 6:00 horas (tiempo local) del 3 de agosto, y fue reportada por personal de seguridad y científicos de la Reserva Natural de Kronotsky, donde se encuentra el volcán. Posteriormente, se observaron también emanaciones de vapor y gases en las laderas.

El Krasheninnikov está conformado por conos volcánicos fusionados y tiene un diámetro de aproximadamente nueve kilómetros. Forma parte del cinturón volcánico oriental de Rusia y se localiza a 13 kilómetros al sur del lago Kronotskoye y a 200 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatski, la ciudad más cercana.

La erupción se produce en medio de una intensa actividad sísmica en la región. Un nuevo sismo de magnitud 6.8 fue registrado recientemente a 277 kilómetros de Petropavlovsk-Kamchatski, a una profundidad de 26 kilómetros. Como medida preventiva, las autoridades emitieron una alerta por posibles olas de tsunami de baja intensidad.

En las últimas 24 horas se han contabilizado más de 65 temblores, incluyendo una decena considerados significativos, según información de la agencia rusa Interfax.

Hasta el momento, no se han reportado daños materiales ni víctimas. Sin embargo, las autoridades mantienen vigilancia constante ante el riesgo de que se presenten nuevos eventos sísmicos o volcánicos en la zona.