Adeuda México 378 millones de metros cúbicos de agua a Estados Unidos

Trump lanzo amenazas con sanciones y cuestionó la postura del gobierno mexicano, en particular de Claudia Sheinbaum, para presionar el cumplimiento del tratado

En medio de la temporada de sequía, México está en medio de un conflicto que se compone de asuntos diplomáticos, ambientales y sociales: la entrega de agua pactada en el Tratado de Aguas de 1944 con Estados Unidos. Dicho documento internacional establece reglas claras sobre el uso y reparto de las aguas de los ríos Bravo y Colorado, que cruzan la frontera común.

El tratado obliga a México a entregar a EE.UU. un volumen mínimo de agua calculado en ciclos de cinco años, mientras que Estados Unidos aporta a México una cantidad mayor, sobre todo del río Colorado. Sin embargo, el gobierno estadounidense asegura que al cierre del actual quinquenio, en octubre de 2025, México adeuda cerca de 378 millones de metros cúbicos de agua, un incumplimiento que ha tensado las relaciones bilaterales.

En respuesta, el presidente Donald Trump llegó a amenazar con sanciones y cuestionó la postura del gobierno mexicano, en particular de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, para presionar el cumplimiento del tratado. Aunque las amenazas bajaron de tono tras la firma de un memorando de entendimiento en materia sanitaria y ambiental entre las ciudades de Tijuana y San Diego, la preocupación sigue vigente.

Por el lado mexicano, el adeudo ha provocado malestar y protestas, principalmente en el estado de Chihuahua. Agricultores bloquearon la presa La Boquilla, una de las fuentes principales para cumplir con la entrega, debido a la escasez de agua y el temor a no contar con suficiente para el siguiente ciclo agrícola tras años de sequía severa.

Algunos sectores han planteado la necesidad de revisar el tratado o negociar plazos más flexibles, mientras que el gobierno federal defiende el acuerdo como una herramienta fundamental para garantizar la cooperación en la región y advierte que modificarlo podría traer consecuencias negativas. Además, las autoridades mexicanas han rechazado el uso de otras presas internacionales, como La Amistad, argumentando que su prioridad es el suministro para consumo humano y no el cumplimiento del tratado.