Colabora IPN con misión de la NASA
- PeriodicoYA Puebla

- 21 ago
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El Poli participó en la misión EMIDSS-7 con la NASA, enviando microalga espirulina a la estratósfera para probar su uso alimenticio para astronautas
El Instituto Politécnico Nacional avanzó en la exploración espacial al participar en la misión EMIDSS-7 (Experimental Module for the Iterative Design for Satellite Subsystems, versión 7), que este partió hoy desde Fort Sumner, Nuevo México, en colaboración con la NASA y diversas instituciones mexicanas.
El vuelo y su propósito
El lanzamiento se realizó a las 07:30 horas como parte de la campaña de otoño FY25-FTS del Programa de Globos Científicos (CSBF) de la NASA.
El aparato alcanzó una altitud de 37.24 kilómetros y en las próximas horas se prevé su aterrizaje con la información recabada.
La carga viajó en la plataforma Salter Test Flight STF#752N, impulsada por un globo tipo sonda de helio con capacidad de 11 millones de pies cúbicos.
En total, el módulo suborbital transportó 31.8 kilogramos de instrumentos científicos, mientras que la plataforma completa pesó alrededor de 280 kilogramos.

Satélites y mediciones
El equipo liderado por el doctor Mario Alberto Mendoza Bárcenas, investigador del Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA-IPN), colocó dos CubeSat de una unidad, denominados TEPEU-1, destinados a registrar de forma automatizada:
Temperatura interna y externa del equipo
Presión barométrica y humedad
Radiación ultravioleta
Intensidad del campo magnético terrestre
Captura de imágenes con cámaras interiores y exteriores
Estos datos permitirán evaluar el comportamiento de variables ambientales en condiciones de espacio cercano.

Espirulina rumbo al espacio
Uno de los aspectos más innovadores de la misión fue la participación, por primera vez, de la Unidad Profesional Interdisciplinaria de Ingeniería, Campus Zacatecas (UPIIZ), con el proyecto “Tecuitlatl”.
Se trata de un mini fotobiorreactor diseñado para estudiar el cultivo de la microalga espirulina en condiciones de estratósfera.

El objetivo es analizar si puede convertirse en una fuente alimenticia viable para astronautas en misiones prolongadas, ya que aporta proteínas, vitaminas y antioxidantes que podrían contrarrestar problemas de salud comunes en el espacio, como alteraciones en el sistema inmune o la nutrición.
Un esfuerzo conjunto
Además del IPN, la misión contó con el respaldo de la Agencia Espacial Mexicana (AEM) y la participación de investigadores de la UNAM, el ITESO y diversas unidades del propio Politécnico, entre ellas la Upiita, la Esime Zacatenco, el Cicata Altamira y el Cecyt 19 Leona Vicario.



















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