Expertos opinan: ¿IA, aliada o amenaza para la docencia?
- PeriodicoYA Puebla
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Se trata de una herramienta que ayudaría a personalizar la enseñanza, crear contenidos ajustados a los distintos estilos de aprendizaje, realizar evaluaciones innovadoras y crear tutores virtuales que puedan calificar cuestionarios, señalan especialistas
¿Es la inteligencia artificial una amenaza para la docencia? ¿Está destinada a reemplazar a los maestros? La contundente respuesta de expertos consultados por medios nacionales, es no. Más que una amenaza, la IA puede y debe ser un aliado estratégico del docente en su labor pedagógica.
Enrique Ruiz-Velasco Sánchez, investigador en Tecnología Educativa en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, explicó que la irrupción de la IA en el ámbito educativo representa una oportunidad histórica para transformar la enseñanza y el aprendizaje.
Lejos de sustituir al docente, dijo que la IA puede convertirse en un asistente que impulse su papel como diseñador de experiencias tecnopedagógicas y mediador del aprendizaje.
Para María Fernanda Flores Munguía, founder & educational director de Familygarden Childhood community & Educational Lab, a pesar de los avances tecnológicos, la esencia humana de la docencia permanece irremplazable.
Todos los que nos dedicamos al ámbito educativo podemos tener muy claro que jamás seremos sustituibles por la tecnología”, afirmó.
Aclaró que los docentes deben salir de su zona de confort y aprovechar lo que la tecnología les ofrece en la actualidad para desempeñar su papel.
Yo invitaría a los docentes a ver que la inteligencia artificial se puede aprovechar como un recurso didáctico, como un recurso pedagógico que más allá de que me sustituya, potencialice el talento, las capacidades y las competencias docentes que tengo”, propuso.
La preocupación a nivel global sobre el papel de la IA en la educación ha crecido al grado de que este año la Unesco dedicó el Día Internacional de la Educación a esta tecnología. La propia directora del organismo, Audrey Azoulay, mencionó que debe complementar, y no reemplazar, las dimensiones humanas y sociales del aprendizaje.
Un reciente estudio de la Unesco revela que sólo 10% de las escuelas y universidades en el mundo supervisan oficialmente el uso de la inteligencia artificial. Para 2022, apenas siete países habían desarrollado marcos o programas específicos sobre IA dirigidos al personal docente, y sólo 15 la habían incluido como parte de los objetivos de formación en sus planes de estudios nacionales.
A esta falta de regulación y formación se suma un contexto de desigualdad tecnológica: 40% de los docentes no cuenta con habilidades digitales básicas y al menos la mitad de la población mundial sigue sin acceso a internet.
Los especialistas consultados por este diario coincidieron en que el miedo a la obsolescencia docente no proviene de una amenaza real, sino del desconocimiento y la falta de formación.
Para ambos la solución radica en capacitar y acompañar a los educadores en este nuevo entorno, diseñando experiencias formativas vivenciales y no sólo teóricas, que permitan a los docentes apropiarse de herramientas como el aprendizaje basado en proyectos y el uso educativo de los dispositivos tecnológicos.
La IA no debe ser vista como una amenaza, sino como una herramienta que, bien comprendida e integrada, puede hacernos más eficientes, más creativos y más humanos”, expuso el doctor Ruiz-Velasco Sánchez.
El investigador del IISUE agregó que la IA puede ayudar a personalizar la enseñanza, diseñar contenidos ajustados a los distintos estilos de aprendizaje, realizar evaluaciones innovadoras y predecir factores como el rezago o la deserción escolar. Con ella es posible, además, diseñar tutores virtuales que puedan calificar cuestionarios e identificar errores de los estudiantes.
Flores Munguía comparó su utilidad con una analogía doméstica: “Si puedes limpiar tu casa en una hora en lugar de cinco, ¿por qué no hacerlo?”. Y desde esta perspectiva, abogó por formar a los estudiantes en el uso crítico y ético de la tecnología, en lugar de prohibirla o ignorarla.
Para la maestra, la apertura al aprendizaje no depende de la edad, el sexo o los años de servicio, sino de la vocación docente, entendida como el llamado personal a lograr que el alumno se convierta en su mejor versión.
Si eso implica quitarme del centro y aprender a usar nuevos recursos, adelante. Y como docentes estamos en una fecha increíble para recordárnoslo, no solamente con palmaditas, no solamente para tener días de asueto, ni regalos por parte de nuestros estudiantes, sino para reivindicar la labor del docente”, concluyó.
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