Para sorpresa de nadie, 2da marcha contra gentrificación tuvo final vandálico
- PeriodicoYA Puebla

- 21 jul
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Opositores a la ocupación de extranjeros marcharon en el sur de la CDMX; mientras un grupo de encapuchados cerró el evento causando daños
La segunda marcha contra la gentrificación en la CDMX empezó ayer de forma pacífica en la zona sur de la capital del país, con discursos en favor del derecho a la vivienda, pero tomó un giro violento cuando un grupo de manifestantes hicieron pintas en el bajopuente de Periférico e Insurgentes y posteriormente lanzaron piedras contra un cristal de la publicidad de la estación Perisur del Metrobús.
Los mayores actos de vandalismo de la jornada se presentaron en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC).
Hacia las 15:30 horas, unos 600 manifestantes se concentraron en la estación Fuentes Brotantes del Metrobús, sobre avenida Insurgentes y alrededor de 300 granaderos se apostaron alrededor de ellos. De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fueron 700 los elementos que se desplegaron a lo largo de la marcha, en distintos puntos.
Name Villa del Ángel, de la Asamblea Ecologista Popular, dijo una de las demandas que convocó la marcha era “una iniciativa de ley por el derecho al arraigo y la vivienda como bien común (...) Una política pública que impulse la vivienda social masiva con modelos de propiedad colectiva, cooperativa y comunal, regulaciones democráticas del suelo, y permanencia para quienes habitan en condiciones precarias.

(...) Exigimos una ley inquilinaria desde la clase trabajadora y para el bien común (...), una ley construida desde abajo, que incluya topes de renta, contratos obligatorios, sanciones al acoso inmobiliario y mecanismos de protección contra desalojos”.
Después María Elizabeth Álvarez, del Frente por la Defensa de los Derechos de los Pueblos y Barrios del Anáhuac, expuso: “La tierra, el suelo, el territorio son bienes comunes, sabemos que los pueblos que han logrado resistir con mayor éxito al despojo son aquellos que mantienen mecanismos de posesión colectiva de la tierra y un vínculo comunitario con ella (...) y déjenme decirle a la jefa de Gobierno: ‘¿No sé por qué tanta represión, cuando estamos llevando una lucha que a usted le corresponde?’”, dijo mirando a los policías con equipos antimotines que había a su alrededor.
Alrededor de las 16:00 horas inició una marcha hacia la estación El Caminero del Metrobús. Gritaban consignas como “Gentrificación, es colonización”, “De norte a sur, de éste a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste”.
Había pancartas con las leyendas “No es desarrollo, es despojo”, “Gentrificación es colonización”, “La tierra es para el pueblo, no para el extranjero”, “Muerte al Mercado Inmobiliario”.
Dos hileras de granaderos flanqueaban la marcha. Momentos antes de llegar a El Caminero, una joven con megáfono dio a conocer que algunos de los manifestantes, alrededor de 30, habían sido encapsulados por elementos de la Policía en la retaguardia. Más tarde ese grupo se incorporó a la marcha.

Llegando a la estación El Caminero emprendieron el regreso hacia la estación Fuentes Brotantes.
Una chica de un contingente de encapuchados golpeó con un bat las jardineras de un hotel, pero sus compañeros le gritaron: “Ahorita no, que estamos encapsulados”.
En el camino, los encapuchados gritaban consignas contra los policías.
Luego el transcurrir de la marcha se fue tornando más agresivo, hasta que en el cruce de Insurgentes y Periférico unos manifestantes empezaron a romper anuncios empotrados y a realizar pintas con mensajes como “Gringos go home”.
Uno de los encapuchados del llamado ‘bloque negro’ lanzó una piedra contra un cristal de la estación Perisur del Metrobús y en un par de segundos los encapuchados lanzaron piedras contra los policías, que se replegaron ante la agresión.
Más adelante una joven de unos 20 años recibió una pedrada que le provocó sangrado en la cabeza; la atendieron paramédicos, le vendaron la cabeza y después la subieron a la ambulancia.
El cuñado de la joven lastimada dijo a este diario: “Fue una persona que decían que era un neonazi; alguien aventó una piedra y se camufló con los compañeros que estaban en la marcha”.
Hacia las 18:20 horas sólo quedaban unos 150 manifestantes, quienes se fueron acercando a Ciudad Universitaria y una vez que entraron los policías ya no flanquearon la marcha.
Con mazos y tubos destrozaron los cristales de un módulo de vigilancia permanente.
Siguieron caminando hasta la explanada del MUAC y con mazos y piedras rompieron cristales que formaban un barandal y otros de la fachada del inmueble.
Cada vez que rompían un ventanal y se escuchaba el estruendo de los vidrios al caer, sus compañeros les aplaudían, mientras otros bailaban o fumaban mariguana.
Para las 19:30 horas se observaba cómo se consumía una fogata realizada en la explanada y los rastros de los destrozos.
En una ficha informativa conjunta, las secretarías de Gobierno y de Seguridad Ciudadana aseguraron que hubo saldo blanco.
-Con información de Jonás López




















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