¿Tu perro puede detectar enfermedades? Lo que dice la ciencia
- PeriodicoYA Puebla

- 1 jul
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Estudios científicos confirman que los perros pueden detectar cáncer, COVID y más gracias a su olfato
Gustavo Alonso / excelsior.com.mx
Desde hace décadas, circulan historias alegres sobre perros que alertan a sus dueños de enfermedades antes de que aparezcan síntomas clínicos evidentes.
Ahora, la ciencia respalda estas historias con hallazgos que deslizan una idea fascinante: el olfato canino posee un potencial diagnóstico sin precedentes.
El superpoder del olfato canino
El sentido del olfato de un perro es extraordinario. Los caninos cuentan con entre 200 y 300 millones de receptores olfativos, mientras que los humanos apenas llegan a los 5‑6 millones.
Además, el cerebro dedicado a procesar olores es aproximadamente seis veces mayor en perros que en humanos, permitiendo disociar aromas mil millones de veces más débiles.
Esta “nariz de bioescáner” detecta los llamados compuestos orgánicos volátiles (VOCs), emitidos por el cuerpo en distintas enfermedades.

Cáncer: evidencias prometedoras
Un estudio pionero en 2004 demostró que perros podían detectar cáncer de vejiga en muestras de orina con precisión muy superior al azar.
Otros experimentos documentan detección de cáncer de pulmón, mama, próstata, ovario, colorrectal y melanoma, con sensibilidades entre 88 % y 99 %.
Un ejemplo notable: perros alemanes entrenados alcanzaron una precisión perfecta para detectar cáncer de mama en vendas usadas por pacientes, logrando 100 % en una segunda ronda de pruebas.
Pese a la contundencia, algunos estudios destacan variaciones entre perros y métodos, lo que limita su adopción clínica masiva .
Diagnóstico de enfermedades metabólicas e infecciosas
No sólo el cáncer está en la mira canina. Los perros alertadores de hipoglucemia (diabetes tipo 1 y tipo 2) alcanzan reputación confiable, usando señales como ladridos o posturas para avisar bajones drásticos de azúcar.
Asociaciones como Dogs4Diabetics operan desde 2000, entrenando labradores y golden retrievers para estas misiones.
También han sido entrenados para detectar epilepsia (anticipándola minutos antes) y enfermedades bacterianas como Pseudomonas aeruginosa, asociada a fibrosis quística, con sensibilidades superiores al 94 %.
Covid‑19 y otras enfermedades virales
La pandemia dio paso a estudios urgentes sobre “perros COVID”: varios ensayos reportan sensibilidades del 80 % al 97 % y especificidades superiores al 90 % al olfatear sudor humano, al nivel de las pruebas PCR.
Incluso algunos perros han detectado rastros de virus residual en personas con síntomas persistentes, el llamado “long‑COVID”, meses después.
Ventajas y límites actuales
Ventajas:
No invasivos: examinan aliento, sudor, orina o sangre sin pinchazos.
Rápidos y portátiles: ideales para cruce de fronteras o eventos masivos.
Eficientes en costos, tras entrenamiento inicial.
Limitaciones:
Difíciles de estandarizar: cada perro requiere entrenamiento intensivo individual.
Variabilidad entre razas, edad, motivación y condiciones ambientales.
No sustituyen pruebas clínicas: son complementos, no reemplazan diagnósticos médicos.
Disponibilidad limitada: pocos centros entrenan y validan perros sanitarios.
Aplicaciones en la vida real
Instituciones como Medical Detection Dogs en Reino Unido lideran perros para cáncer y COVID, y colaboran con la London School of Hygiene & Tropical Medicine en proyectos en aeropuertos.
En hospitales, perros han sido empleados para detectar bacterias como C. difficile en superficies, mostrando sensibilidad y especificidad cercanas al 100 %
Un caso conmovedor llegó de Estados Unidos: Mochi, un cockapoo, detectó cáncer de mama en su dueña antes que ella y los médicos, ayudando a salvarle la vida.
Futuro: perros y “narices electrónicas” juntos
Los estudios que vinculan perros con tecnología avanzada buscan replicar su olfato con sensores electrónicos inspirados en lóbulos caninos. Aunque prometedores, los dispositivos no alcanzan todavía la sensibilidad o versatilidad de un perro entrenado .
La evidencia científica actual respalda que los perros pueden detectar con notable precisión diversos tipos de cáncer, infecciones, hipoglucemia, y hasta COVID e incluso long‑COVID.
Su increíble sensibilidad olfativa los convierte en herramientas valiosas para tamizajes no invasivos, en entornos comunitarios, clínicos o aeroportuarios.
Aún persisten desafíos para su uso sistemático: estandarización, formación de perros, variabilidad individual y acompañamiento médico necesario.
En el equilibrio, los perros no reemplazan una prueba de laboratorio, pero sí se perfilan como aliados potenciales para la detección temprana y más humana de enfermedades.




















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