Diálogos sordos

Foto: Especial

Por: @inforneutra

Las mentiras y la mierda siempre salen a flote y los recientes sucesos hablan de esa afirmación, las partes hablaron pero nunca se escucharon... mejor se madrearon... las cortinas de humo para desviar la atención de temas que le pegan al partido en el poder, ¿todavía funcionan?.

Al viejo estilo del sistema neoliberal, se echó a andar la maquinaria prieta luego de ser exhibidos por un nuevo acto de corrupción, ahora en la figura del senador Gerardo Fernández Noroña, justificaciones que no cuadran, desmentidos, maromas, falacias recurrir al pasado es la constante…

La recurrencia a tales recursos es una de las formas de “gobernar” en esta 4T, ¿se acuerdan de la estúpida justificación del Audi R8 en la aldea?

Las “cajas chinas” para desviar la atención en temas torales, como en el pasado, acá en los gobiernos “honestos” de la 4T se fortalecen en su uso y perfeccionamiento, bien aceitado el engranaje para que la maquinaria del poder camine sin señalamientos que hagan “ruido” y si no vea en la aldea como nuestros “especialistas” en administración pública nos llenan de armentiras y promesas con los baches… algo tan simple y mundano como un bache porque “los anteriores gobernantes no bachearon”… ¡hágame ustedes mis tres lectores el rechingado favor!

Los hechos de los “nuevos ricos”, que no pueden explicar de dónde salió su riqueza, de la 4T tira por los suelos su narrativa de austeridad y de pobreza franciscana… la narrativa la están perdiendo, y eso no les gusta…

¿Cuántos de esos hay aquí en Puebla?

Recordemos que en la aldea todos o muchos nos conocemos y muchos coincidimos pidiendo prestado para el café o el camión en los portales o buscando quien nos invitara una torta en el “Girofle” y hoy son “nuevos ricos” gracias al neoliberalismo o peor aún al segundo piso de la transformación… ¿cuántos familiares del 01, senadores, diputados locales y federales, alcaldes y funcionarios de primer y segundo nivel del gabinete son dignos de un estudio del IPN porque de un día para otro tienen más propiedades, empresas y dinero que el nopal?

En el último sexenio y principios de este “segundo piso”, se ha criticado a la administración de desviar la atención de todos los escándalos de la administración federal, como ejemplo el instituto para devolver lo robado, el avión presidencial, Segalmex, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y tantas más… en la aldea, uuuuuuufffff… el Audi R8, los gastos desde que fuimos senador, las empresas familiares financiadas con apoyo de la extinta Sedesol que se convirtieron en “cinco de mayo”; vaya, hasta el gasto de tapar baches, puras maromas…

El cinismo del segundo piso principalmente se da en las mañaneras, el pulpito y jurado del ejecutivo… de todos los ejecutivos más bien, sus ruedas de prensa a modo y con preguntas seleccionadas la noche anterior son el lucimiento necesario ante la mediocridad de los resultados… y si no me creé, dañen un poquito su salud mental y vean una mañanera de la Presidencia de la República o las del Rafita de Acatzingo… vaya, hasta el perro “habla” y todos aplauden… ¡literal!

“Gobernar con salivazos” ante la falta de resultados es una realidad que se los come de un bocado… y ante lo evidente no hay nada mejor que decir y hacer tontería y media, salpicada de histrionismo o de “sentido del humor” para bobos… que después no se desmiente, solo se “suaviza el tema”, cuando los ciudadanos que tratamos de estar informados sacamos las verdades a cada tema, ¡benditas redes sociales!

Los asesores que solos se echan porras, ven y se convencen de que su retórica es la verdad y que lo que dice el tlatoani es lo máximo… eso el “puevlo vueno” ya se la sabe y por eso se burla de ellos por el uso y abuso constante de esas cortinas de humo.

Todo gobierno de cualquier color hace oídos sordos a la realidad y solo reaccionan a botepronto y a reclamo expreso de los ciudadanos y si no recuerda usted, hay que buscar el reclamo de un ciudadano al precioso sobrino en La Margarita…

Así es… así se gobierna y dijera el clásico, “es lo que hay”…

¡Oh, sí!