El arte de gobernar a gritos
- PeriodicoYA Puebla

- 18 sept
- 3 Min. de lectura

Por: Bruce Julis || Tik-Tok / TW: @BruceJulis
En Puebla hoy está muy claro que el nuevo manual de gobierno no trae capítulos de diálogo ni de gestión, hoy todo se basa en amenazas disfrazada de "chiste", eso sí con todo respeto.
Ahora el nuevo estilo de gobernar en Puebla es con amenazas "veladas" ya sea en entrevistas o en mañaneras, como si eso sustituyera o diera un poco de autoridad.
Por citar algo, los empresarios ya no asisten a desayunos para proponer ideas, van como si fueran alumnos esperando que no les toque la regañada del director.
Pero uno de los episodios más lamentables, es que los trabajadores en lugar de sentirse parte de un proyecto, aplauden todo lo que les dicen con nervio, no vaya a ser que un gesto tibio o un aplauso suave pueda costarles el puesto, ni mencionar que no vitoreen en sus redes los absurdos que vía WhatsApp se les indica.
Todos esos que además de los maltratos de sus "jefes" tiene que poner la cara, aunque no tengan los mínimos elementos materiales con qué responder al ciudadano.
Oficinas que "existen" pero que generan gastos, no tienen ni sillas, ventanillas abiertas pero con sistemas caídos por horas, programas anunciados para todos sin tener ni siquiera hojas, ni tóner para imprimir aunque sea lo necesario.
Así al final de todos los días, el ciudadano sale frustrado y el trabajador avergonzado, porque a pesar de los "grandes avances" que se presumen desde arriba, es evidente la falta de recursos abajo, lo que convierte al servicio público en acto de fe.
Resulta irónico que mientras en las altas esferas todo es dicha y prosperidad, en la parte más baja de la pirámide a los burócratas de mediano y bajo nivel les piden milagros con las manos vacías.
Pero eso sí, los amigos del gobernador, los parientes bien colocados, esos que no saben lo que es batallar con un sistema lento o una impresora rota, porque su única tarea es cobrar puntual cada quincena y por supuesto aplaudir y cortar pasto cuando se les solicita, van dichosos por la vida, en conciertos y eventos de gala, presumiéndolo todos los días en sus redes.
Y así transita el gobierno fallido a menos de un año, con los de abajo que se llevan gritos y sombrerazos, a los que se les exige dar la cara y por otro lado, los cuates y compadres del poder, esos que, sí se les premia en la cartera y por supuesto, si es necesario, con descansos y viajes "bien merecidos".
Hoy en el estado de Puebla no tenemos a un gobernador que escucha, sino un capataz que de manera disfrazada y "amable" ordena su voluntad, un gobernante que lamentablemente confunde la crítica con traición, el debate con desobediencia, un personaje que no construye autoridad, sólo busca levantar muros de miedo.
Pero para su mala fortuna hay algo que él y sus cercanos no alcanzan a ver desde su templete:
-Puebla no es corral, ni su gente es ganado.
-Los trabajadores de a pie son los que, con su esfuerzo sostienen lo poco que queda del gobierno.
-Los empresarios saben que su inversión no merece ser tratada a gritos.
-Los ciudadanos saben que la dignidad no se puede acallar con amenazas.
-Los críticos no desaparecerán por sus amenazas, ni por arte de magia.
Porque al final, el poder puede imponer silencio, pero nunca respeto.
Y cuando un pueblo pierde el miedo, la voz que surge de ellos no necesita gritar, bastara con hablar claro.
Pero mientras entendemos que eso debe cambiar y sólo nosotros podemos hacerlo, aquí les dejo mi reputación para que sigan haciendo con ella lo que quieran, porque pueden tener la certeza hoy y siempre... que #EnMiHambreMandoYO.
Hasta la próxima.
AxolotlMEDIA Ideas en Peligro de extinción




















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