El call center del aplauso
- PeriodicoYA Puebla

- 30 sept
- 2 Min. de lectura

Por: @BruceJulis
La burocracia poblana llego a la más alta tecnología, en el estado de Puebla ya no tramita papeles ni resuelve problemas ciudadanos: ahora el gobierno se especializa en el laborioso trabajo de ganar likes, retuits y emojis, eso sí, con ojitos de corazón.
Bienvenidos al nuevo reality del gobernador poblano: “Apláudanme o renuncien”.
La escena es digna de un reality show, oficinas sin herramientas de trabajo, empleados con café frío y en vez de pedirles la mejor atención al ciudadano, la orden del súper estratega digital resuena en sus celulares: “Compañeros, hoy todos debemos tuitear que el gobernador es visionario… sí, aunque haya tardado media hora en inaugurar la lámpara de un parque”.
La gran estrategia creada por unos genios del marketing versión kermés escolar no se hace esperar por todas las redes sociales, reparten hojas con frases prefabricadas: “#PorAmoraPuebla”, “#PensarenGrande”, “#MiGobernadorMiCrush”.
Los trabajadores, con cara de “trágame tierra”, cumplen la ejemplar estrategia como quien en la antigüedad, marca tarjetas a la hora de entrar a trabajar a una fábrica.
En su mayoría todos copian y pegan, aunque no falta quien olvida cambiar el nombre del archivo y terminan posteando: “Aquí pon tu mensaje de apoyo al gobernador”.
Eso sí, todos bajo la “motivación” de que el algoritmo de la lealtad no perdona.
Porque en Puebla ya no hay jefes de área, hay jefes de estrategia digital.
Y la nómina no se mide en productividad, sino en la intensidad con que gritas a tus 10 seguidores, “¡Mi gobernador es grande!
El absurdo es tal que, si mañana al gobernador se le ocurre inaugurar una banqueta rota, no faltará el empleado que suba la foto con filtro dorado y la leyenda: “Innovación urbana sin precedentes”.
Lo más patético es que esta “estrategia digital” se vende y se cobra como comunicación moderna, pero en realidad, es propaganda “del chavo del 8”: aplausos enlatados, frases huecas y cero sustancias.
Pero es muy claro, mientras haya un ejército de trabajadores obligados a aplaudir, el gobernador podrá dormir tranquilo pensando que es trending topic… aunque sólo sea en el “Big Brother” estatal.
Y así, entre hashtags ridículos y memes involuntarios, la 4T poblana demuestra que la única transformación real, es haber convertido a la de la burocracia estatal en communitys manager forzados.
Y como en toda historia de la 4T, el ciudadano sigue esperando que, en lugar de corazones y hashtags en las redes sociales, le entreguen, aunque sea, seguridad y los más elementales medicamentos en los hospitales.
Pero mientras entendemos que eso debe cambiar y sólo nosotros podemos hacerlo, aquí les dejo mi reputación para que sigan haciendo con ella lo que quieran, porque pueden tener la certeza hoy y siempre... que en mi hambre mando yo.
Hasta la próxima.
Bruce Julis
AxolotlMEDIA Ideas en Peligro de extinción


















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