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La comunicación: el gran problema

  • Foto del escritor: PeriodicoYA Puebla
    PeriodicoYA Puebla
  • 9 jul
  • 2 Min. de lectura
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Por: Bruce Julis

 

Cada vez que algo no funciona —y créeme, hay muchas cosas que no están funcionando— la respuesta oficial es casi automática: “No es que esté mal, es que hay una intención de mal informar”.

 

Y uno, que todavía tiene algo de esperanza, se pregunta:

 

—¿Entonces no estoy viendo hospitales vacíos?

 

—¿No son reales los comerciantes extorsionados?

 

—¿La inseguridad es puro chisme?

 

—¿Y el desempleo? ¿También es una mala percepción?

 

Así se nos habla desde el gobierno: no con soluciones, sino con explicaciones envueltas en retórica.

 

Si algo arde, no es fuego: es “una narrativa equivocada”.

 

Si alguien alza la voz, no es reclamo: es “campaña sucia”.

 

Si un periodista señala, no investiga: “milita”.

 

Nos quieren convencer de que el problema no es el abandono, sino que no entendemos bien lo que están haciendo.

 

Y lo más doloroso es que esa estrategia ha terminado por aislar, dividir y hasta silenciar a muchos que simplemente quieren vivir con dignidad.

 

Porque hoy hablar ya no es sólo un acto de expresión: para los gobiernos es una provocación.

 

Criticar se volvió peligroso.

 

Preguntar les molesta.

 

Y disentir… ni se diga.

 

Nos han dicho que todo se resolverá con "amor a la tierra".

 

 Pero lo que vemos no es más allá de propaganda, más control, más miedo disfrazado de orden.

 

Nos piden que aplaudamos, aunque tengamos el estómago vacío y el corazón cansado.

 

Que aplaudamos mientras nos vigilan.

 

Pero hay algo que ni el poder, ni sus asesores de imagen, ni sus campañas pueden controlar: la conciencia.

 

Cada día hay más personas que, aun en el silencio, están empezando a ver que no vamos por buen camino.

 

Que, aunque con miedo, hoy están decididos a hablar.

 

Y que, por dignidad, deciden luchar y no rendirse.

 

Porque al final no se trata sólo de palabras, ni de encuestas, ni de discursos.

 

Se trata de dignidad en la vida.

 

De cómo vives tú y los tuyos.

 

De si puedes caminar por las calles seguro, cuidar a tu familia, opinar sin miedo o simplemente dormir en paz.

 

Y si eso no lo entienden "allá" arriba, no es culpa nuestra.

 

Es su desconexión.

 

Por esa razón debemos seguir escribiendo, opinando, viviendo con lo poco o mucho que tenemos, pero con la certeza que la verdad no se negocia y antes o después la verdad hará justicia.

 

Pero mientras eso cambia, como siempre les digo, especialmente a mis detractores, aquí les dejo mi reputación para que sigan haciendo con ella lo que quieran, porque pueden tener la certeza hoy y siempre, que en mi hambre mando yo.

 

Hasta la próxima.

 

Bruce Julis

 

AxolotlMEDIA Ideas en Peligro de extinción

 

Tik-Tok / TW: @BruceJulis

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