México enfermo

Foto: Especial

Por: @inforneutra

Casi 8 años ya desde que el padre de la caída del país soltara esa hueca promesa... "Tendremos el mejor sistema médico del mundo"... lo que los mexicanos dejamos de tener fue exactamente eso, un sistema de salud y por lo consiguiente las banderas blancas de enfermedades ya erradicadas desaparecieron, el país se muere lentamente, la indolencia acompaña a la ineptitud.

Sarampión, tos ferina, poliomielitis (hay reportes de brotes de parálisis flácida aguda (PFA) en algunos estados como Tlaxcala, la PFA es una condición que puede ser causada por el virus de la polio) son enfermedades que hace mucho en nuestro querido México estaban erradicadas, pero que gracias a la baja cobertura de vacunación y sobre todo a los recortes presupuestales de los gobierno “humanistas” las vacunas simplemente han sido borradas del marco de la salud de las infancias…

Recordemos los años 70’s, cuando la Cartilla Nacional de Vacunación se instituyó en la República Mexicana por decreto presidencial, publicado en el Diario Oficial de la Federación, el día 20 de octubre de 1978. Entró en vigor el día 1° de enero de 1979, era una referente de comprobación de que los menores estaban protegidos para siempre… sí, ¡para siempre!, pues esa triple viral ha salvado la calidad de vida de millones de infantes.

Y para ejemplo ¡nosotros! mis tres lectores, aquí estamos sanos y salvos gracias a esas vacunas que sí habían cuando nos gobernaban los que según todo se robaban…

Pues en ese pasado que critican los niños eramos vacunados y los alcances del sector eran, realmente, hasta las comunidades más alejadas, siempre con sus carencias, pero no de plano con una mano adelante y otra atrás…

A estos miserables “humanistas” se les olvida en su defensiva y justificante retórica, con apegos al pasado, mencionar que, los alcances del sector salud, eran hasta las comunidades más alejadas de “La mano de  Dios” y aunque se escuche a burla, así era.

Los promotores de la salud que recorrían al país en jornada heroicas, pesaban a los niños, los median, los vacunaban, repartían esperanza, esa esperanza “real y tangible” y no la que se estrella en la ideología “humanista”…

Vaya, hasta existieron, porque no creo que ya funcionen, programas en la SEP de la mano con CONAFE que financiados con recursos del Banco Mundial se buscaba erradicar tanto la pobreza, la desnutrición, las enfermedades y el analfabetismo de las niñas, los niños menores de 4 años y sus padres…

Pero siguiendo con la salud y la falta de vacunas que siempre han tenido carencias y peros pero llegaban hasta las comunidades indígenas más alejadas y al final dejaban a los chamacos con su marca de vida, la marca de la salud en sus bracitos, esa marca que hasta los que nacieron en los albores de los 80’s tenemos en el hombro.

Para esos gobiernos “humanistas” pero que en la acción son miserables ¿Es tan difícil hoy en día, al gobierno teniendo millones de recursos y del aparato legal y ampliado con facultades municipalistas, de cumplir este objetivo de vacunar a todos los niños?

En tiempos de ese criticado prianismo de donde salen la mayoría de gobernantes de hoy, la salud con sus carencias funcionaba de una manera que México, y Puebla, fuéramos un pueblo sano…

Nuestros gobiernos “humanistas” solo medran con la salud del “Puevlo Vueno” ya que en el discurso hay un sistema de salud increíble, pero que no se nos ocurra enfermarnos o llegar al sistema público de salud porque se avienta usted hasta dos días en “urgencias” sentado en una silla fría amontonado y sin medicamento…

En fin… toda esta falta de insumos y de medicamentos solo exhiben el verdadero país enfermo que tenemos… ¡literal!

Por qué no nuestros “grandes” gobernantes en una estrategia simple pero efectiva copian a las “papitas y a las refresqueras” esa logística que en verdad asombra… llegan, donde la maña se los permite y es otro tema, hasta lo más recóndito del país y no falta una “cocota” o una carita feliz rellena de aire…

De mientras sigamos esperando a ver cuándo nuestros gobiernos deciden dejar de usar la salud para vestir sus ridículos discursos y hacer ademanes todavía más denigrantes y darnos salud de la que requiere un país enfermo como el nuestro…