¿La vitamina K puede reparar tu cerebro? Esto dicen los científicos
- PeriodicoYA Puebla
- hace 4 horas
- 4 Min. de lectura

Científicos en Japón desarrollan versiones de vitamina K capaces de cruzar al cerebro y activar procesos de regeneración neuronal.
Jessica Zamora Ramirez / excelsior.com.mx
Durante mucho tiempo, la vitamina K fue vista como un nutriente secundario, esencial para la coagulación sanguínea y poco más. Sin embargo, la ciencia ha empezado a mostrar que su impacto podría ir mucho más allá.
Un reciente estudio japonés encontró que versiones avanzadas de esta vitamina pueden estimular la regeneración de neuronas en el cerebro, lo que podría marcar un antes y un después en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas.

¿Por qué la vitamina K importa para el cerebro?
Un estudio del Instituto de Tecnología Shibaura, en Japón, ha marcado un avance importante al sintetizar versiones mejoradas de vitamina K, diseñadas específicamente para estimular la formación de nuevas neuronas.
Estas versiones, denominadas análogos “supercargados” de vitamina K, mostraron ser considerablemente más eficaces que su forma natural.
Lo más destacable es que estas moléculas modificadas logran atravesar la barrera hematoencefálica —una especie de “filtro biológico” que protege al cerebro—, lo que les permite llegar directamente al sistema nervioso central.
Una vez allí, activan receptores cerebrales clave, como el mGluR1, que están implicados en el desarrollo y la reparación de tejido neuronal.
Este descubrimiento sugiere que la vitamina K, más allá de sus funciones tradicionales, podría convertirse en una herramienta terapéutica para enfermedades neurológicas o lesiones que afecten al cerebro.

Mecanismos: neurogénesis, inflamación y vitamina K
El estudio japonés identificó cinco mecanismos fundamentales mediante los cuales estos análogos de vitamina K pueden actuar sobre el cerebro:
1. Activación del receptor mGluR1
Este receptor participa en la comunicación entre las neuronas. Al ser activado por la vitamina K modificada, se inicia una cadena de señales que estimulan la diferenciación de células madre en neuronas maduras.
2. Expresión de proteínas clave en el desarrollo neuronal
Los investigadores midieron un marcador llamado Map2, asociado al crecimiento neuronal. Encontraron que los análogos de vitamina K aumentaban significativamente su expresión, lo cual indica una mayor formación de nuevas neuronas.
3. Conversión intracelular eficiente
Las nuevas versiones de vitamina K no solo alcanzan el cerebro con mayor facilidad, sino que también se transforman mejor en su forma activa, conocida como MK‑4 (menaquinona-4), lo que maximiza su efecto.
4. Estabilidad y biodisponibilidad
En experimentos con animales, estas moléculas demostraron una estabilidad prolongada en el cuerpo y lograron niveles cerebrales superiores a los de la vitamina K natural.
5. Regulación génica y epigenética
Las rutas activadas por esta vitamina intervienen en procesos de control genético y epigenético, lo que significa que pueden “activar” genes relacionados con el crecimiento, la reparación y la protección neuronal.
Aunque el estudio no aborda directamente la inflamación cerebral, es importante señalar que la regeneración neuronal y la reducción del daño celular pueden tener un efecto indirecto antiinflamatorio, lo que ayudaría en condiciones como el Alzheimer o la esclerosis múltiple.
Estudios recientes que revelan su papel en la memoria
El hallazgo más relevante del estudio japonés es que los nuevos análogos de vitamina K demostraron tener una potencia tres veces mayor que la vitamina natural para inducir la formación de neuronas a partir de células madre.
Esto cobra especial importancia si se considera que muchas enfermedades neurológicas, como el Alzheimer, el Parkinson o la demencia vascular, se caracterizan por la pérdida progresiva de neuronas.
Si estos compuestos pueden estimular la creación de nuevas neuronas —un proceso llamado neurogénesis—, podrían ralentizar o incluso revertir el deterioro cognitivo en sus etapas iniciales.
El equipo de investigación confía en que estas versiones avanzadas de vitamina K puedan convertirse en la base de nuevos tratamientos para reparar el cerebro después de lesiones, como las provocadas por accidentes cerebrovasculares o traumatismos craneales, y también en enfermedades neurodegenerativas.
Aunque los resultados son prometedores, aún se encuentran en etapa preclínica. Es decir, las pruebas se han realizado principalmente en modelos animales y cultivos celulares, por lo que aún no existen ensayos clínicos en humanos.
Sin embargo, este descubrimiento abre un camino esperanzador hacia la medicina regenerativa cerebral.

La opinión médica: ¿qué dicen las fuentes oficiales?
De acuerdo con Mayo Clinic, aunque aún se investiga su papel en el sistema nervioso, la vitamina K es fundamental para varias funciones celulares.
La Secretaría de Salud de México reconocen a la vitamina K como un nutriente esencial, aunque su papel neurológico aún no está incorporado a las guías clínicas oficiales. Sin embargo, este tipo de investigaciones podría cambiar esa perspectiva en el futuro cercano.
La vitamina K, una molécula que hasta ahora pasaba desapercibida fuera de su rol en la coagulación, podría convertirse en una pieza clave en la reparación del cerebro.
Con nuevas versiones más potentes y dirigidas, la ciencia está explorando la posibilidad de activar la neurogénesis y revertir daños neuronales mediante terapias basadas en esta vitamina.
Si bien aún falta camino por recorrer antes de que estos hallazgos se apliquen en humanos, el panorama es alentador. Mantener una dieta rica en vitamina K y seguir de cerca los avances científicos puede ser un primer paso hacia una mejor salud cerebral en el futuro.
Comentarios